¿Por dónde empiezo?¿Qué bombilla compro? No quiero mucha luz, ni que la luz sea blanca (odio las luces de hospital), por favor, que se encienda rápido y que el color de las manzanas sea rojo intenso, que a veces parecen que están a punto de estropearse…
Vamos a hacer un pequeño resumen sobre las especificaciones que aparecen en las cajas de las bombillas (tiras de led o cualquier formato) y así descubrir qué significa cada cosa. Y por último haremos un pequeño ejercicio muy rápido para descubrir lo aprendido. ¡Decide cómo quieres iluminar tu vida!

Primero. Tipo de luz ¿Halógeno, fluorescente, led?
Lo primero que tenemos que saber es qué tipo de bombilla elegir y para eso tenemos que saber qué tipos de fuentes de luz existen, sus ventajas e inconvenientes.
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La luz del fuego
El origen, la iluminación artificial más antigua y mágica que existe, nos acompañó durante 10 mil años, hasta que llegó la bombilla incandescente (Thomas Edison en 1880).
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La lámpara incandescente
Es la que conocemos como la bombilla de filamento. Funciona con un filamento de tungsteno muy fino (que se nos rompe con muchísima facilidad) metido en un vidrio relleno con un gas inerte. Ha sido prohibida por su alto consumo energético pero por contra, tiene unos niveles de calidad de color muy altos, es la más parecida a la luz del fuego.
Ojo, porque ya hay imitaciones de bombillas de filamento led que están muy comercializadas. Podemos distinguirlas porque tienen un consumo mucho menor (unos 4 o 6w) y los filamentos suelen están recubiertos por un color amarillo o naranja. La calidad de la luz es muy diferente y habrá que fijarse en otros parámetros como la temperatura de color, el rendimiento y el cri (que veremos más adelante).
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la luz fluorescente
Llegó después a nuestras vidas. Funciona por medio de tubos que contienen gas. Su ventaja es que consume muy poca energía y generan altos niveles de intensidad lumínica. Desventaja, que suele producir efectos blandos, muy cenitales y no focales.
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Las luces halógenas
También son fuentes de luz incandescentes, pero que por su variedad de tipos pueden funcionar en diferentes atmósferas. Generan mucha intensidad (incluso más que la incandescencia) y altos niveles de calor. ¡Cuidado que queman al cogerlas!.
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Las “nuevas” luces led
Llegan hace unos 15 años, pero prácticamente casi cada año aparecen nuevas fuentes de luz. Son diodos que al recibir electricidad se encienden. Al inicio aparecieron en un rango de tonos fríos, pero en la actualidad podemos conseguir cualquier temperatura de color. Super cálido o super frío e incluso son combinaciones de color RGB (red, green, blue – rojo, verde, azul). Uno de los mitos del led es que se dice que no calienta. Sí que calienta, y mucho, lo único que no calienta hacia adelante, si no que calienta hacia atrás.

Segundo. Temperatura de color… ¿Fría o cálida?
Cuando vemos 2700K, 3000K, 7000K… nos están hablando de la temperatura de la luz, que es uno de sus valores más importantes. A menos K (Kelvin, es la unidad de medida) más cálida es la luz, y mayor cantidad de Kelvin, más fría es la luz.
La luz de unos 1500K sería una iluminación prácticamente ámbar, mientras que una iluminación de 8500K, es una iluminación casi azul.

Para uso doméstico las temperaturas de color utilizadas están desde los 2200K hasta los 6000K, siendo lo más habitual utilizar 2700 o 3000K.
De hecho, muchas marcas, para evitar este concepto utilizan expresiones como “warm white” o “cool white”. Warm white, normalmente 3000K, y Cool White, unos 6000K.
¡Ojo! Fíjate siempre bien en la temperatura de color (K) y no en estas expresiones… Para mi “warm white” podría ser un 2400K. Prefiero iluminaciones más cálidas, y un 3000K ya empieza a ser una temperatura fría. Siempre que puedas, enciende la bombilla antes de comprarla…
Continuará…